El número global de divorcios y separaciones matrimoniales aumentó en un 21,64% en el segundo semestre de 2005 respecto al mismo periodo de 2004, según un estudio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que analiza el impacto que ha tenido la Ley 15/2005, conocida como la ley del divorcio exprés.

La reforma legal, que entró en vigor en julio del pasado año, simplificó los trámites y requisitos para las disoluciones matrimoniales, además de hacerlas más rápidas. Ya no es necesario pasar antes por la separación ni se exige la alegación de causa alguna para la liquidación de la unión. Basta con que, transcurridos al menos tres meses desde la celebración del matrimonio, uno de los cónyuges quiera poner fin a la relación, sin que la otra parte pueda oponerse al divorcio por motivos materiales y sin que el juez pueda rechazar la demanda.

De acuerdo con el estudio del órgano de gobierno del Poder Judicial, el impacto del cambio legal ha sido inmediato. La cifra de divorcios y separaciones (tanto los consensuados entre los cónyuges como los no pactados), tras permanecer estable durante 2004 y experimentar un ligero descenso (del 0,47%) en el primer semestre de 2005, experimenta «un fuerte incremento del 21,61% en el segundo semestre», justo después de la entrada en vigor de la reforma del Código Civil.

Se produce, asimismo, un notable incremento de los divorcios en paralelo a una reducción de las separaciones.

Así, los divorcios de común acuerdo registrados en 2005 superan a los de 2004 en un 80,93%. Los divorcios no consensuados aumentaron en un 70,32%.

Al mismo tiempo, las separaciones consensuadas han disminuido en un 35,36% y las no pactadas, en un 27,42%.

El estudio indica que, si hasta el año 2004 la separación consensuada era la que presentaba el mayor registro seguida de la no consensuada -«consecuencia de la legislación del momento», interpreta-, a partir de la entrada en vigor del divorcio exprés los porcentajes se invierten a favor del divorcio consensuado, seguido del contencioso.